martes, diciembre 06, 2005

Ese otro Chile

(Austral Temuco)

La inequidad y concentración en Chile, han quedado crudamente demostradas y contrastadas, con la reciente tragedia del Maihue y las pomposas inauguraciones de las nuevas estaciones del Metro en Santiago.

Sin duda, ese otro Chile, como lo expresa el presidente en las inauguraciones capitalinas, no es lo mismo que el Chile profundo, aislado y alejado de la mano estatal. Tampoco es lo mismo, estudiar en un colegio de Providencia o Puente Alto, ahora también con Metro y avenidas concesionadas a la puerta de la casa, gracias al Estado como gran aval, que estudiar en Maihue en un internado subvencionado que atiende a comunidades aisladas por falta de caminos, como la de Rupumeica, donde se movilizán apiñados en un lanchón destartalado sin salvavidas, producto de un Estado ausente.

Está más que claro donde han fallado las estructuras cupulares y elites, la deuda con ese otro Chile lejano y su sacrificada gente que hace patria en los distintos rincones, es incomensurable. Así como antiguamente se decía en educación que, la letra con sangre entra, es de esperar que esta vez la trágica lección no sea en vano y de una vez por todas, la descentralización tan vociferada y poco materializada, así como las conciencias de las elites, puedan despertar con la tragedia del Maihue, de su letargo centralista.

Estos desafíos territoriales que nos impone nuestra geografía, son los que la democracia cupular ni los políticos afuerinos han podido resolver, porque no los han vivido, ni conocen, ni logran vislumbrar. En tiempos de elección presidencial, el país hubiera esperado un pronunciamiento de los candidatos en torno a este gran tema país, sin embargo, en ningún debate, tribuna o programa se les ha escuchado, ni tampoco se les ha preguntado al respecto. Solo hay tiempo para elucubrar la mejor cuña televisiva, articular el gran discurso en la Enade y optimizar el número de palomas publicitarias por avenida, pero de ese otro Chile nada de nada.

Diego Benavente Millán