Empresa y región
Empresa y región
El desarrollo
regional descansa sobre distintos pilares que le dan sustentabilidad, energía y
alma al proceso. Uno de estos pilares fundamentales corresponde a la empresa y
sus empresarios regionales, quienes por lo general son los que vibran y apoyan
distintas iniciativas regionales, pero su contribución principal es el generar
actividad económica, elevar el nivel de vida, crear empleo y riqueza, todo lo
cual, hace a los territorios mas atractivos y poderosos.
Para descentralizar Chile una herramienta de gran
utilidad lo constituye el trabajo colaborativo entre las grandes empresas, hoy
en día muy centralizadas y las Pymes regionales, premiando así el compromiso y
arraigo con el territorio. Para esto se hace necesario establecer incentivos e
instrumentos que fomenten el encadenamiento de las pymes con los grandes
conglomerados. Esto representa una gran oportunidad para armar grupos de
trabajo nacionales y regionales que propongan y diseñen políticas consensuadas
que permitan “regular y compartir” en lugar de “dejar ser y combatir”. El
Estado debe pasar de una posición pasiva, a una mas activa que asuma la defensa
de los que menos tienen, buscando compensar y corregir las externalidades que
ha creado el mercado, con su concentración en pocas manos y en un solo
territorio, la capital.
De esta forma es posible establecer incentivos y zanahorias para que los grupos económicos se jueguen y unan a las comunidades regionales en el desarrollo económico de los territorios. Buscar remediar y/o compensar lo que expresó el economista Sergio Undurraga “la duda es que pasa si la economía se concentra en muy pocas manos, muy pocos supermercados, muy pocas cadenas de ropa.” Entre otros, diseñar y adecuar los instrumentos para que las pymes puedan aprovechar los TLC como existen en países como Colombia y así puedan dar el ancho.
En Chile, 48 de los 49 grupos económicos más importantes del país,
tienen sus casas matrices en Santiago, pese a que la gran mayoría tiene sus
fuentes productivas y de exportación en regiones. Sin embargo, en distintas
regiones aun hay empresarios con espaldas y arraigo territorial, que pueden ser
un gran aliado, socio estratégico, contraparte o como se le quiera llamar, para
construir juntos “otros Polos” en el Sur, Centro y el Norte de Chile. Ya se ha
probado de que hay capacidad, por ejemplo en la región de la Frontera, la
existencia de Corparaucanía y el Plan Araucanía apoyado recientemente por el
presidente Piñera y anteriormente por la presidenta Bachelet, asi lo ratifican.
En las regiones todavía se puede, hay energía empresarial, social y gremial
autónoma y con las espaldas para hacerse cargo del desafío.
Desde
los distintos territorios regionales, es posible con visión de país en los temas
con futuro, desarrollar nuevos polos de desarrollo potentes. Trabajando juntos
en una alianza regiones-país, reinventando instrumentos del Estado con visión y
decisiones regionales, como lo son CORFO y el Banco del Estado, para
convertirlos en las Agencias Regionales de Fomento e Innovación Productiva y en
15 Bancos de Fomento Regional respectivamente, esto último, de manera similar a
los Bancos Cooperativos Regionales de Italia o de otros países de Europa.
Ya existen varias
empresas que se han caracterizado, de
motu proprio, por demostrar en forma constante su espíritu regionalista aunque
tengan su mercado principal en Santiago, son el caso de Rosen en Temuco, Rabie en Chillán y Cecinas
Llanquihue de la familia Mödinger, proveniente de la ciudad del mismo nombre,
todas mantienen su casa matriz en las ciudades regionales de origen. Así,
sencillitas pero potentes, son las empresas regionales y quienes las construyen
día a día, comprometidas con el desarrollo de su gente y entorno regional. El
desafío es conseguir que surjan muchas más de estas empresas y así se pueda
romper la inercia de la atracción centralista del gran mercado capitalino.
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